domingo, 4 de abril de 2010

Fisher




Me llaman Fisher . Soy un pescador. Mi familia y yo trabajábamos para darle de comer a un rey ausente, alimentar a un vasallo corrupto, sin olvidarnos de mi pueblo, tan esclavo como yo .Éramos ovejas en un gran corral, pastábamos sin pensar las cosas, nunca nos preguntamos… ¿Cómo funcionan las cosas? ¿Somos esclavos?¿Puede ser posible que, mientras nuestro rey festeja, nosotros, que trabajamos más que todos juntos ,no tengamos derechos?


Esto tenía que acabar algún día .Yo iba a encargarme de eso. Pero, por otro lado… ¿Cuidaban a sus ovejas? .Si, nos daban un hogar, comida, y una justicia que no era justa pero era necesaria. La libertad es un deseo individual, pero, si la tuviéramos… ¿Qué haríamos? ¿No cometeríamos los mismos errores que nuestro rey, forjando una sociedad a partir de de la conquista, la arrogancia, y, sobre todo, la estupidez del pueblo? ¿Estará dios del lado del rey? ¿O él será dios?...si lo es o no, poco importa, de ninguna forma está con nosotros.


Los monjes dicen que la peste fue un castigo de dios, y tienen razón. El rey, a costo de enfermar a su entorno ,siguió con su cometido. A los sobrevivientes los protege, porque nosotros mantenemos su imperio. Espero que algún día hombres, mujeres, niños/as y ancianos sepan crear un imperio mejor ,sin estas contradicciones, donde la vida de uno sea de uno. Dejaré mis palabras como testimonio, aunque sean olvidadas en la arena de los siglos.


Realizado a los 15 años en Mayo de 2006, plena secundaria ( cursaba Segundo año en ese momento)del Colegio Reconquista. Este texto lo hice en la materia Historia, a cargo de la profesora Ruth García (Aguante!)

1 comentario:

  1. Genial, doctor. Su más profundo sentido revolucionario, aquí plasmado. A veces, los reyes así son patilludos, cabezones o colorados ;)

    ResponderEliminar